VOGUE
Vogue es una revista estadounidense de moda que nació en 1892. Su fundador fue Arthur Baldwin Turnure. Cuando falleció en 1909, la revista pasó a manos de la editorial Conde Nast Publications Inc. Bajo el título “Promesas de Luz” en su edición de agosto de 2020 Vogue cuenta la historia de “catorce mujeres menores de 30 que muestran su talento y su compromiso para lograr un mundo mejor.
Motivadas por temas como el racismo, el medioambiente o la diversidad en nuestra sociedad, estas catorce mujeres -todas ellas por debajo de la treintena- son la mejor constatación de que la juventud puede ser, también, sinónimo de compromiso. Desde ámbitos como el cine, la música, el deporte o el activismo, son promesas unidas por un grito común, el de mejorar el mundo que las rodea.”
Poder ser una de las “Promesas de Luz” de Vogue ha sido un grandísimo honor y estoy inmensamente agradecida. Me llena de esperanza poder ver como la preocupación social, medioambiental… En definitiva, la ilusión por dejar el mundo un poco mejor que como lo encontramos es el motor que impulsa a muchos jóvenes y a cada vez más personas.
“El camino del cambio debe pasar por lo social y por la sostenibilidad.”
Es importante romper con los estereotipos, particularmente en relación con las personas jóvenes y las mujeres ya que no debemos olvidar que para poder avanzar y construir un futuro mejor y más sostenible, es necesario no dejar a nadie atrás.
Estamos viviendo un momento histórico en el que ha explotado todo y que no me cabe duda de que saldrá en los libros de historia. Es raro que alguien se moleste en cambiar algo, propio o de su alrededor, si se encuentra cómodo. Pero la sociedad ha llegado a un punto de ebullición que hace necesaria la existencia de nuevas voces: estamos más concienciados con un futuro que está en nuestras manos y cada buena acción que tú puedas hacer, cuenta.
La juventud está muy estereotipada desde siempre, más aún desde que alguien acuñó eso de los ‘nini’ (ni estudian ni trabajan), pero hay que visibilizar que no es la verdad mayoritaria. El éxito no es el dinero, ni la fama ni el reconocimiento; tampoco es copiar ni emular lo que hace el resto de la sociedad porque así está dictaminado.
Hace poco, alguien me preguntó cómo me veía dentro de 30 años y dije que lo único que quería era estar bien, esa idea de ser feliz. Me respondieron que vivo en un mundo de fantasía, porque realmente nadie es feliz. Yo creo que todo está cambiando en torno al dinero, y a nuestras aspiraciones, por eso mi obsesión es otra, la de mejorar las vidas de quien pueda en un futuro. Con conseguir ese impacto, o al menos una pequeña parte de él, sé que me habré dado por satisfecha.
